[CRITICA] Project Almanac

lunes



Con pocas películas por las que apostar en cartelera, el otro día me llamo la atención un título del que no había oído hablar antes: “Project Almanac”. Tras leer un poco su argumento y ver que los viajes en el tiempo eran el tema central de la película, entendí que el nombre del film no era mas que un guiño a uno de los grandes films ochenteros como “Regreso al futuro”. Bien, pensé, las películas de viajes en el tiempo siempre son estimulantes. Lamentablemente me di cuenta tarde de que la realidad iba a ser bien diferente cuando los adolescentes de la película utilizaron “Looper” (y no Regreso al futuro) como referencia cinéfila para explicar el “efecto mariposa” tan típico del género. En ese momento me di cuenta de hacia qué tipo de público estaba dirigido el film: gente que ha nacido a mediados o finales de los noventa y que ahora se encuentran en su apogeo “teenager” mas apestado de feromonas y estupidez adolescente.


Para poneros en situación tenemos a David Raskin, un chico extremadamente inteligente aspirante a entrar en el MIT que descubre por casualidad un video de su séptimo cumpleaños en el que aparece él mismo, pero ya de mayor. Tras las correspondientes pesquisas, acaban descubriendo en el taller de su padre (muerto por accidente para variar) una máquina del tiempo del tamaño de un tupperware, apta para llevar en sus mochilas Reebook a cualquier lado. Como al parecer una máquina del tiempo debe tener un mecanismo mas sencillo que el de un botijo o un chupete, él y sus amiguetes nerds acaban terminando su mecanismo tras unas cuantas baterías de coche, un Prius y unas cuantas cargas de Hidrógeno líquido que como todo el mundo sabe todo buen almacén de instituto debería tener. El método para desplazarse por la línea del tiempo, agarraos los machos, es una app del móvil, probablemente bajada del Apptoide en vez del Playstore por no ser una aplicación oficial. Cágate lorito.

Las primeras pruebas que realizan estos lumbreras se tratan de cosas básicas de adolescente. Retroceder un día para aprobar el examen de química, evitar que te matoneen en el pasillo del instituto, irse de fiesta mientras el profesor cree que estas en el baño y, por supuesto, conquistar a la chica que te gusta que al final es a lo que se reduce todo el argumento. A tomar por culo el MIT, ya nadie se acuerda de su presencia, puramente testimonial durante los cinco primeros minutos de metraje… Al final “Project Almanac” acaba siendo una mezcla estúpida entre Regreso al futuro, Project X, Supersalidos y Crepúsculo, al parecer, mas centrada en los amores de adolescentes y en glorificar un acontecimiento musical como el festival de Lollapaloza que otra cosa. El sabor final es un auténtico desastre que no aporta absolutamente nada al género.

Para rematar el asunto, la técnica del “found footage” aburre un poco cuando su aplicación no tiene sentido ni razón de ser. La película está rodada como si fuera una proyección amateur de escenas caseras que pueden marear un poco. En determinados contextos (Holocausto caníbal, El proyecto de la bruja de Blair….) esa técnica de mostrar ciertos acontecimientos en base a grabaciones personales encontradas (el “found footage” mencionado) tiene toda la razón de ser del mundo, pero en esta ocasión no sabemos muy bien el porqué de esta decisión. Además, ni siquiera es fiel a su propia filosofía. Durante gran parte del film no sabemos si quiera quien está grabando, de que cámara proviene lo que estamos viendo o porque coño estos adolescentes tienen la puta manía de grabarse los unos a otros durante las 24 horas del día. Simplemente inentendible.

Lo que comenzó intentando ser una película de bajo presupuesto y que bajo ese contexto podría haber sido incluso destacable, ha acabado siendo una simple película vulgar para adolescentes, que prefieren soñar con relaciones de instituto idílicas que con las inmensas posibilidades de viajar en el tiempo y las paradojas que puedan surgirse en base a esto (La película “Primer” es un gran ejemplo de esto). El responsable seguramente sea Michael Bay, ese director de películas que no concibe una escena sin que haya una explosión, unas tetas o una persecución de coches con explosiones y tetas, pero que en esta ocasión ha hecho de productor. Sin embargo, su influencia en el proyecto se nota enormemente. Por cierto, hace poco tuvo que salir pidiendo disculpas por haber utilizado escenas de un accidente real de avión en la película. Los familiares de las víctimas se quejaron. Con razón.


Si ya es difícil ver una buena película cuando realmente crees que vas a ver una, imaginad el resultado cuando ni siquiera confías en que pueda ser buena. Si yo también pudiese viajar en el tiempo, ya sé que es lo primero que iba a hacer, no ir a ver “Project Almanac”…

No hay comentarios:

Publicar un comentario