Si surgiese un nuevo género cinéfilo que pudiésemos
denominar como “profundismo”, Mike Cahill debería ser uno de sus máximos
exponentes. Orígenes es una película sorprendente desde el punto de vista
existencial y científico y una apuesta mas redonda que su anterior obra: Otra
Tierra. Mientras en aquella película, Cahill sorprendía con un argumento que
mezclaba la filosofía con las paradojas cuánticas (de repente surge otro
planeta Tierra exacto al nuestro y juega con las segundas oportunidades), Orígenes trata de mezclar el escepticismo científico con algunas premisas religiosas
como la fé y la reencarnación. No como puntos de vistas contrapuestos, si no
como teorías que se complementan y se sustentan entre sí. El resultado no es
una tesis sobre la muerte, si no un thriller donde la reencarnación es el
elemento central de la intriga, pero siempre con el componente de la reflexión
como aura que lo envuelve todo.
La primera hora es un intenso debate entre las razones
científicas y la fe religiosa, salpicada con elementos éticos reprobables desde
cualquiera de los dos puntos de vista. Michael Pitt (remake de Funny Games)
representa la razón y Astrid Bergès-Frisbey representa la fe y la
espiritualidad, además de lucir unos binóculos cuyas imperfecciones le hacen
ser extremadamente bella. Antes de que la película alcance su tono mas pastel y
existencial, cuando el argumento ya parece encarrilado, la trama se desboca. Un
suceso imprevisto acaba siendo un duro golpe, no solo por su
naturaleza, sino también por su excelente tratamiento narrativo y su potencia audiovisual (funciona mejor si no veis el trailer).
Al final, es como un gancho de izquierdas directo al espectador, que ya se había
acomodado creyendo que ya lo tenía todo hecho. A partir de aquí el tono de
thriller se hará mas patente, con un final en la India y un pequeño milagro que
trasciende mas allá de los elementos puramente físicos y un final no finalizado
que hará temblar los cimientos de los dos científicos que aparecen en el film.
No lo niego, a algunos no les gustará ese cambio de
registro de cine de autor durante la primera mitad hacia el cine mas comercial
durante la segunda, llena de casualidad y acontecimientos metidos mas con
calzador. En cualquier caso, pienso que Cahill se afana en plantear que los
orígenes del universo y del ser humano, con todas las reacciones químicas que
se dan en nuestro cerebro y que nos hacen sentir u odiar, puede que no tengan
respuesta ni en la ciencia, ni en la mística, ni en la espiritualidad. Puede
que el Origen de todo vaya mucho mas allá de cualquier ciencia. Y puede también
que Cahill tenga razón y que esas sensaciones no se prodiguen últimamente en el
cine. Quizás por eso Origenes, mas allá de su rocambolesca trama, tenga un
trasfondo menos cursi y mas profundo que las películas románticas habituales
con las que por cierto, no sé ni porque las comparo, ya que no tienen nada que
ver… se acerca mas a la ciencia ficción.
En cualquier caso, no vais a encontrar un planteamiento similar
en ningún otro film, pero no es apta para los que le gusten las escaleras del
sota, caballo, rey...
SINOPSIS
Ian Gray, un estudiante de biología molecular
especializado en la evolución del ojo humano, conoce a una misteriosa mujer
cuyo iris es multicolor. Años después, su investigación lo lleva a hacer un
descubrimiento asombroso, que podría cambiar la forma en que percibimos nuestra
existencia.
Te juro que la primera hora de la peli no entendía nada y me estaba aburriendo de manera soporífera. Cada vez soporto menos el rollo este del romanticismo, y estuve tentado a quitar la película. Menos mal que luego la cosa cambia para bien, y se justifica de cierta manera el pasteleo de la primera mitad.
ResponderEliminarComo ateo que soy y defensor de la ciencia (tranquilos, Tom Cruise no me ha enganchado, jaja), he de decir que la película crea esos interrogantes de ambos extremos, un poco a lo "Cuarto Milenio", pero de manera brillante. Como dices en la crítica, unifica los dos puntos de vista, dejando en el aire la respuesta.
Existen muchas leyendas urbanas con respecto al tema de la reencarnación y no es la primera película que veo del tema. Quizás estamos ante la película que con más seriedad lo trata, sin menospreciar a ninguna de las dos partes: científica y espiritual. Y me parece que es en eso donde esta película triunfa de todas todas.