[CRITICA] Moonlight

martes


He visto La La Land. He visto Moonlight. No he visto Manchester frente al mar pero acabaré viéndola. Precisamente todo ha ocurrido y ocurrirá en ese orden. La primera la vi antes de los Oscars, y pese que el film de Chazelle (Whiplash) no sea santo de mi devoción, creía que ganaría el Oscar a la mejor película. Esta mal decirlo pero en este tipo de ceremonias suelo acertar, y La La Land cumplía con todos los requisitos y premisas que gustan en la academia, así que mi apuesta a ciegas era firme. Sin embargo, tras uno de los momentos mas confusos de toda la historia de los Oscars, el premio fue a parar a Moonlight. Una película muy oportunista, en mi opinión.


Y digo oportunista porque si el año pasado no hubiese surgido la polémica con respecto a la escasez de premios para los afroamericanos, me extrañaría que este film hubiese ganado el Oscar a la mejor película. No es que considere Moonlight una mala película, si no que creo que es una especie de “quiero y simplemente me quedo a medias” si no fuera por una estética especial y un hábil uso de la cámara.

Moonlight se ejecuta durante tres épocas bien diferenciadas de la vida de un afroamericano que tiene que luchar desde su no tan tierna infancia contra los matones de su barrio, una madre ligada a las drogas y un despertar sexual que comienza a generar enormes dudas en él. Es sobre todo una película de aprendizaje y autodescubrimiento de un chaval al que la vida no le ha enseñado nada y va tirando a trompicones con su propio melodrama y auto-marginación. Me sorprendió gratamente que el tema racista no asomase en ningún momento de la película y me vi sometido a sus vicisitudes de manera inconsciente. Inicialmente resulta una película ambiciosa, dejando gran parte de su historia en el aire para que sea el espectador el que rellene los huecos. Realmente eso no es un fallo, pero lamentablemente, a la larga la película es tan comedida que finalmente acaba pecando de ello.

En realidad, Moonlight es muy real y delicada, y la realidad suele ser generalmente aburrida. En su arranque, y sobre todo al final, consigue captar atención por una sensibilidad implícita abrumadora. Sin embargo, no llega a convencer del todo porque no cuenta mucho, o tarda mucho en contarlo, y deja casi a nuestras expensas lo que podemos o debemos sentir con ella, que en cualquier caso no es nuevo. El mensaje queda muy difuso y al finalizar solo tienes la sensación de haber vivido tres instantes de la vida de un chaval aparentemente gay pero que no sabes cómo interpretar del todo, ya que ni siquiera tienes la sensación de que la reivindicación homosexual sea su objetivo. Es una película que consigue mantenerte a la espera, pero al final la espera resulta tan superflua, que ni mucho menos te corresponde con la suficiente recompensa. Hay mucha carga filosófica en cada uno de los momentos y tiene muchísimo tacto para contar algunas cosas, pero al final no sabes cuál es su mensaje porque toca tantos temas siendo ninguno el principal, y la mayoría de las cuestiones quedan sin responder.

Quizás suene contradictorio, pero Moonlight no está del todo mal. Es un drama cargado de lirismo que sin embargo no ha sido capaz de haber dejado la suficiente huella en mí, a no ser que provocar una sensación descorazonadora fuera su intención. La mayoría de la gente ni siquiera llegará a ver los títulos de crédito, y es una pena porque, es cierto, olvidándonos de los tecnicismos como la fotografía, la banda sonora o el argumento, se trata de una experiencia bella y quebradiza, muy diferente a todas las demás.

Buena, pero no lo suficiente. Mala, pero no tanto.


SINOPSIS

Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia y adolescencia, que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo intentando sobrevivir en diferentes situaciones. Durante todo ese tiempo, Chirón tendrá que hacer frente a la drogadicción de su madre y al violento ambiente de su colegio y su barrio. (FILMAFFINITY)

No hay comentarios:

Publicar un comentario