Como cada comienzo de mes, corro en su primer miércoles a la PS store
para ver cuales son los juegos que regalan esta vez para la suscripciones Plus. Pocas
veces suele haber algo que me llame la atención, ya sea porque son juegos a los
que ya he jugado o porque simplemente son títulos que no colman mis
expectativas. Sin embargo, alguna ocasión me ha servido para descubrir pequeñas
joyas en las que no había reparado antes, como la que este mes me ha dado el
título de Ubisoft, Valiant Hearts. Mecánicas sencillas, puzles con sentido, una
primera guerra mundial perfectamente representada y personajes normales con
historias normales consiguen hacer del juego una experiencia emotiva y
realmente encantadora que, además, tiene un gran componente didáctico.
Lo mas interesante del juego no es solo que se haya
recurrido a la primera guerra mundial como situación histórica, si no también
que se haya echado mano de una estética de cartoon para plantear los hechos. Me
ha sorprendido gratamente la manera que tiene de representar los oscuros
ambientes de la guerra para ponerlos en un contexto de comic. Hay bombardeos y
todo tipo de acciones muy típicas que, con poca cosa, son capaces de trasmitir la sensación de la
situación de manera muy efectiva. No hacen falta grandes efectos visuales para
vernos superados por el estallido de las bombas. Valiant Hearts tiene un estilo
propio que funciona excelentemente, y no tiene problemas para mostrar una
circunstancia de acción llevándola a su terreno. A veces incluso solventa las limitaciones
de la perspectiva 2D de manera sublime, con particiones de pantalla e incluso
creando varios planos sobre los que desplazarnos, como ya lo hace, por ejemplo,
la saga Little Big Planet.
A diferencia de otros juegos ambientados en el campo de batalla,
aquí no participamos activamente en la matanza de personas. En su lugar,
pasaremos la mayor parte del tiempo ayudando a los demás, sin importar de qué
lado están. El esquema general de juego es muy similar al visto en “The Cave”,
por ejemplo, con rompecabezas que tendremos que superar combinando las
habilidades de los 4 personajes que son jugables de los 5 principales. La
diferencia con “The Cave” es que no podremos alternar entre ellos según nuestro
antojo, si no que tendremos que esperar a que la narrativa nos lo permita. En
general, casi todos los rompecabezas se basan en hacer girar palancas o tirar
ladrillos y se vuelven bastante básicos una vez entendidas sus mecánicas. Para
aportar variedad, también conoceremos a un perro que nos acompañara, le podremos
dar órdenes e incluso podremos utilizarlo para que nos lleve o nos traiga
algunas cosas o acceda a partes del escenario a las que nosotros no podemos.
Las misiones suelen estar centralizadas en un solo escenario
y en un determinado contexto y están muy bien adaptadas al concepto y las
habilidades del personaje. Por ejemplo, en el caso de algunos personajes
enviados al frente los objetivos siempre serán bélicos, como derribar un
zeppelín o escaparnos de un campo de prisioneros. En el caso de otros
personajes, por ejemplo Anna que es enfermera, los objetivos estarán centrados
en salvar heridos. Cada personaje tiene sus misiones y acciones muy enfocadas
al estilo de personaje.
El formato de puzzle de acción y aventura permite una gran
cantidad de niveles variados, pero siempre respetando la fidelidad a los acontecimientos
reales que se sucedieron entonces. La previa antes de la invasión de Paris, al
margen de la guerra y rebosante de alegría y emoción, es una de las escenas mas
destacables de la obra, con una huida en coche posterior excelente. También el
juego contextualizará la ofensiva “Chemins des Dames”, con gritos de soldados
flotando por el aire y un infierno en la Tierra, con columnas de humo y pilas
de cuerpos que tendremos que utilizar para cubrirnos de las ametralladoras del
enemigo. Es terrible y a la vez agradable de ver. El juego es muy fiel a los
acontecimientos dados y cada vez que entremos en un nivel podremos acceder a
una base de datos con detalles sobre el mapa o las circunstancias de los
soldados en las trincheras. Los coleccionables que encontraremos en los
escenarios también nos dejarán perlas en forma de curiosidades, como el
funcionamiento de las bombas de cloro o que los soldados se cubrían la boca con
trapos llenos de orina para paliar sus efectos. En realidad, a nada que seas un
poco aficionado al canal Historia, estos aportes son lo mejor del juego y al
final lo que realmente engancha para ir sabiendo mas y mas sobre las
circunstancias de la gente. No tanto de la guerra en su vertiente bélica o
política. Es precisamente ese enfoque tan humano (las personas siempre son lo
principal) el que le aporta cierta emotividad al juego. La banda sonora basada
en el piano también contribuye a acentuar esa melancolía propia de las
circunstancias difíciles en los tiempos pasados, así como el excelente doblaje
a nuestro idioma del narrador. Los personajes se comunican por gestos.
Valiant Hearts tiene cuatro capítulos que nos llevarán de
seis a ocho horas. Hay trofeos
desbloqueables y coleccionables ocultos, pero si esto no es suficiente,
entonces no encontraremos muchas razones para volver a jugarlo.
Independientemente de esto, Valiant Hearts es un juego impresionante, y otro
gran logro de Ubi Art que ha sabido llevar todo lo concerniente a esta obra a
su concepto y posibilidades. Valiant
Hearts puede no gustarte, pero como juego es un juego redondo y bien hecho. Los
personajes son encantadores, el modo de juego es interesante, las imágenes
están llenas de corazón y la historia es apasionante. Al fin y al cabo es una
historia sobre valientes. Un ejemplo a seguir.
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