[REVIEW] WRC 5

jueves

A pesar de que en otros tiempos la proliferación de juegos dedicados al rally era creciente, con excelentes exponentes del género como las sagas Colin McRae, Richard Burns o V-Rally, hoy día no disponemos prácticamente de juegos que centralicen toda su idea en esta vertiente. Si acaso, el excelente DIRT (el actual Colin McRae) es el único que puede rellenar este hueco vacío, pero hasta su salida teníamos que conformarnos con ligeras reminiscencias a la disciplina que otras sagas incluían en su elenco de pruebas (véase por ejemplo la saga Gran Turismo). Y es que a los juegos de Rally les pasa un poco como a Britney Spears, antes se hablaba mas de ellos…

Dos años en el mercado y las consolas de última generación tampoco tenían aún su propio juego de rallies, pero Kylotton Games ha venido para cambiar esto heredando una franquicia que antes era de Milestone; la saga WRC. Si bien es cierto que Milestone era una desarrolladora especializada en juegos de conducción, nunca habían conseguido hacer referentes en el género. No conseguían nunca apartados técnicos a la altura, y se especializaban mas en concebir juegos en los que tanto la mecánica como el conocimiento del terreno eran aspectos influyentes para llegar con éxito a la victoria. En ese sentido era cuando sus juegos se crecían, y eso es lo que esperábamos que mantuviese la nueva desarrolladora.

Personalmente me parece un tanto arriesgado trasladar la responsabilidad de una franquicia asentada (son ya cinco entregas) a una desarrolladora que ha hecho juegos de conducción como Motorcycle Club, juego de motos malo de cojones y machacado con motivos por la crítica. La buena noticia es que WRC5 es mucho mejor que ese Motorcycle Club, la mala noticia es que tampoco es exactamente el juego de rallys que hemos estado esperando. Como producto con licencia oficial, tenemos aquí todo lo oficial, desde las pistas y los tramos de cada circuito hasta los pilotos, pero el juego en general carece de amor o comprensión genuina por este deporte. Además, hay fallos técnicos y filosofías de hacer que lastran continuamente la experiencia de juego.

Como he dicho, esperaba que Kylotton Games heredase ese diseño enfermizo por las pistas en las que es básico conocer todos los baches, desniveles y peraltes para actuar en consecuencia. Puede parecer una tontería pero no es así porque el juego es bastante exigente. El mínimo error puede desencadenar en un despropósito tras otro y al final acabar volcando, así que conviene saber porque lado de la curva es mas conveniente atacar o si es mas conveniente frenar antes de un salto o ir a muerte. WRC es una saga donde se frena mucho. Los eventos rara vez se sienten rápidos, al contrario de otras sagas mas arcades como Sega Rally en la que apenas tocábamos el freno. En cualquier caso no es que sea un juego de pura simulación pero tampoco se trata de un juego con carácter excesivamente arcade. Dependiendo de la superficie sobre la que corramos (nieve, asfalto, gravilla…) esa sensación se convertirá en una u otra…
Hasta ahora hay pocas diferencias respecto a las entregas anteriores, que pecaban o acertaban mas o menos en los mismos términos, pero es aquí cuando las cosas comienzan a ponerse especialmente raras. Los sistemas de flashbacks o rebobinado se han vuelto a incluir. Ahora, si te equivocas y acabas en mitad del bosque, se puede optar por cargar el último puesto de control sin ningún tipo de pérdida de tiempo. En algunos tramos largos, “cargar” ese punto de control se puede atrasar hasta un minuto en el tiempo si el punto de control se encontraba muy atrás. Pero Kylotton Games no es que haya ideado un sistema de rebobinado, ha ideado un sistema de checkpoints, literal. En juegos que no son de carreras este sistema tiene mas sentido. En juegos de carreras la sensación es tan rara que apenas utilizaremos la posibilidad y simplemente trataremos de ir con cuidado. A veces, utilizar el “rebobinado” y tener que repetir secciones puede llevarte también a cagarla en zonas donde la primera vez lo hiciste estupendamente bien, así que la mayoría de las veces no compensa a no ser que el error lo cometamos muy cerca del checkpoint.

Y aunque lo parezca, todavía no hemos llegado a lo peor de todo. Lo importante en un juego de carreras es que sea competitivo, pero WRC5 parece obsesionado en hacernos ganar lo queramos o no, y eso le resta atractivo. No es que sea un juego fácil, dado que en todos sus niveles de dificultad el efecto es sencillamente el mismo, o muy parecido. La cuestión es que según vamos corriendo una etapa, al pasar por los puntos de control deberían aparecernos nuestras diferencias de tiempo respecto al resto de corredores que mejor lo han hecho, osea como se ha hecho toda la vida, pero no es así. No hay nada que nos permita saber que tal lo estamos haciendo hasta el final de la carrera, ni siquiera la barra de progresión por tramos (esa que veis a la izquierda de los screens) que nunca se pone roja. Sencillamente tendremos que acabar la etapa para ver que tiempo han realizado nuestros oponentes y “fiarnos” de que realmente estos sean reales, aunque cueste creerlos. Lo curioso es que, al finalizar la etapa, si acabamos primeros, SIEMPRE le sacaremos alrededor de un segundo al que va por detrás. Tras varias pruebas, incluyendo desde hacer una carrera perfecta hasta quedarme quieto en el camino para dejar pasar el tiempo, la diferencia respecto al siguiente corredor era siempre muy similar, de entre una decima de segundo y un segundo y medio… Es como si el juego pretendiese no ser difícil, te facilitase las cosas para que no te frustres, pero a su vez escondiese todas las pruebas para que no puedas descubrir su engaño. Continuamente te deja una sensación de falsa victoria, y eso es como tener un amigo que es mejor que tú a algo pero que siempre te deja ganar... lo mas cojonudo es que a veces ese patrón se vuelve loco y en vez de ganar, podemos quedarnos a 45 segundos del primero, sin tener ni puta idea de porqué…

Siguiendo con los disparates, he llegado a encontrar pruebas de este sistema comparando tiempos entre diferentes categorías de coches y los tiempos eran sorprendentemente similares. Pero no los míos, si no los de ellos, lo cual no tiene mucho sentido. Hay por tanto un montón de elementos que parecen ser incluidos para engañar piadosamente al jugador pero del que difícilmente se pueden encontrar pruebas. Como la elección de equipo. Se supone que durante el modo carrera debemos tener en cuenta la filosofía del equipo por el que vamos a fichar en cuanto a que algunos le dan mas importancia a la velocidad sin importar los daños al coche, otros todo lo contrario, o algunos que buscan un término medio. A efectos prácticos, parece mas una paja mental que otra cosa porque no se nota en ningún aspecto trascedente del juego.
El sistema de daños y la filosofía de arreglo del coche no es nueva. Los daños que podamos ir haciéndole al coche podremos arreglarlos en los descansos que tengamos entre los días del calendario, con una moneda de cambio que se traduce en tiempo. Si arreglamos demasiadas cosas y nos pasamos del tiempo que tenemos para arreglar el coche, se nos penalizará con X segundos en nuestro cronómetro general. Hasta aquí bien. Que pasa, que el sistema de colisiones suele volverse loco y, tras un golpe, puede quedarse en modo bug y va detectando cada ciertos segundos un nuevo golpe, aunque en realidad no exista o estemos quietos en mitad de la carretera. Por supuesto, el coche se irá fastidiando igualmente y es posible que incluso nos deje tirados y tengamos que llamar a la grúa. Son momentos de autentico desconcierto que solo se solucionan de una manera: reiniciando la etapa.

Pero obviando esas mecánicas, WRC 5 se postula como un juego de rallys donde competiremos principalmente contra nosotros mismos. Como siempre pasa en los rallys, nunca correremos simultáneamente contra otros coches, si no que se basará siempre en la comparación y mejora de tiempos, y dado que los oponentes son iguales que nosotros +1 segundo, lo mejor es intentar superar nuestros propios tiempos para que el juego tenga algo de gracia. En el modo online la cosa cambia, competir contra los tiempos de otros jugadores mejora la experiencia y además, si queremos, podremos correr simultáneamente contra otros jugadores. En esos casos correrán todos los jugadores a la vez, pero en modo fantasma, sin posibilidad de fastidiarse unos a otros como hemos visto en otras entregas de esta misma saga. Lo curioso es que en este modo la barra de progresión si cambia a rojo si vamos por detrás o verde si vamos los primeros. Entonces, ¿Por qué coño no funciona esto en el modo de 1 jugador?

Lo cierto es que sin el modo online la cosa perdería bastante, y no solo por las tablas de tiempos con las que compararnos con usuarios de todo el mundo, si no porque hay un apartado de eventos que va cambiando continuamente ofreciéndonos nuevos retos. Estos eventos serán especiales y valdrán incluso para tomar parte en eventos de e-sports.

Técnicamente tenemos dos apartados, el visual y el sonoro. Visualmente no es ninguna maravilla pero tampoco quiero decir que es un completo desastre. Digamos que cumple su cometido relativamente bien, aunque en general no podemos decir que el motor gráfico gestione bien los efectos de partículas. En las etapas en las que nos coincida niebla suelen haber ligeros bajones de framerate. No es que llame mucho la atención pero se notan. De hecho, si no hubiesen zonas donde el juego va bastante mas fluido es posible que pasaría desapercibido, pero claro, cuando todo funciona correctamente el mas mínimo fallo se nota, y en estas etapas se nota bastante.
A nivel sonoro este WRC5 peca en lo mismo que pecan casi todos; el copiloto, que parece empeñado en destruir nuestra cordura. En realidad es bastante configurable, pudiendo elegir entre una mujer o un hombre e incluso podemos especificar con que nivel de antelación tiene que cantarnos las curvas. Que pasa, que elijamos lo que elijamos el copiloto hablará casi como un lector de textos de PC. Se nota exageradamente que son palabras grabadas individualmente y luego el juego las monta para decirnos cosas como “izquierda-dos-mas-en-izquierda-cerrada-uno”. Ahora, tened en cuenta los guiones y volver a leerlo. Suena excesivamente robotizado, y si ya de por si es imposible concentrarse en todas las indicaciones que nos da, directamente nos darán ganas de soltar el cinturón de seguridad de nuestro acompañante y empotrarnos contra un muro solo para ver si sale despedido por la luna delantera y así se calla. Si nuestra principal baza del juego, que además es pasiva, suena como un androide sin vida ni emociones, apaga y vámonos. Oírle decir “guau” o “estas bien” da bastante vergüenza ajena…

Definitivamente WRC5 es un juego con algunos brillos pero bastantes mas lagunas. El diseño de los circuitos está muy bien realizado y el manejo de los coches está bastante ajustado, llegando a ser divertido cuando empezamos a controlarlo mas o menos bien. Sin embargo, le falta la emoción del deporte en todos los aspectos, también por el hecho de que pocas serán las veces en las que iremos realmente rápidos. Los modos online no son muy completos pero como en los rallys todo se basa en tiempos, pues tampoco podemos ser muy exigentes con este apartado. WRC5 no se convertirá en un referente, y de hecho el próximo año ya asoma la cabeza un tal “Sébastien Loeb Rally Evo” que pinta muchísimo mejor. Si somos muy aficionados a este deporte, puede que este WRC5 sea una buena opción para ir matando el gusanillo, pero mas que nada porque tampoco hay otra…

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