[REVIEW] Gran Turismo Sport

jueves

La saga GT lleva ya casi 20 años entre nosotros. Nos ha proporcionado gratos momentos pero, ¿hay todavía lugar para este “simulador de conducción real”, o ha sido superado por sus propios imitadores? El campo de las carreras de simulación está mucho mas lleno ahora que antes, con sagas que vienen apretando fuerte como Project Cars y sobre todo Forza Motorsport. Y eso, sin mencionar otras igual de notables como Asseto Corsa, iRacing o, cambiando un poco el género, F1 y Dirt de Codemasters… Ante tal situación, la saga Gran Turismo ha realizado algunos cambios audaces en la fórmula de la serie, y ha reemplazado la recolección y la progresión profesional por un enfoque en el que las carreras en línea tienen mayor peso en el juego. Algunos fanáticos no están contentos con ello. ¿Ha tomado Gran Turismo un rumbo equivocado?


Correr en Gran Turismo es como sentirse parte de un prestigioso club. No eres un fan en las gradas, eres un conductor en potencia y Gran Turismo se basa en el ideal de que la conducción es sagrada y las carreras son la mejor manera de poner en práctica tus habilidades de pilotaje. Ejerciendo precisamente su propia tesis, es cuando Gran Turismo Sport se mete en problemas. Puede ser porque esta entrega “Sport” no se ha planteado como un juego final, pero tampoco como un Prologue en el sentido que conocemos de la palabra. Hay un nivel de contenido medio, pero casi todo el contenido está orientado a la admiración de las cuatro ruedas y a la información catedrática que a contenido donde poder disfrutar de las manchas de grasa y el olor a goma quemada.

El modelo de juego tradicional de los juegos de simulación (competir en carreras de bajo nivel hasta las carreras de supercoches conforme vamos avanzando), ha sido desalojado. En su lugar, GT Sport divide su oferta entre un modo arcade, una serie de desafíos en solitario y un enfoque un tanto caótico para el modo multijugador. Varias medidas de progreso gobiernan diferentes disciplinas, incluyendo una calificación de conductor, otra de deportividad, un nivel de experiencia, kilometraje diario y créditos acumulados. Todo esto será importante para generar un perfil de conductor que servirá posteriormente para emparejarnos en el modo online con otros jugadores que tengan perfiles similares al nuestro. Quitando la cuestión de lo que se supone justo (si eres un conductor problemático o poco deportivo, es normal que te junten con otros iguales para que solo os fastidiéis entre vosotros mismos), veo un gran escollo a la hora de encontrar competiciones con cierta diversidad, pero hoy por hoy no existen métodos ideales para evitar a jugadores tóxicos que solo buscan fastidiar carreras…
El modo Arcade contiene la mayor parte del contenido de carreras de estilo tradicional de GT Sport. 162 coches y 40 variaciones de recorrido nos permitirán tomar parte en carreras de manera fácil y rápida, pero su experiencia no incide en el funcionamiento interno del juego. Es decir, como en Las Vegas, todo lo que ocurre en el modo Arcade se queda en el modo Arcade, no genera datos influyentes para nuestro perfil de conductor. Es un modo perfecto para correr carreras “offline” y, de hecho, es el único modo donde poder correr carreras sin estar conectados, ya que lo que tradicionalmente conocemos como “modo campaña” se constituye casi exclusivamente de pruebas de carnets y otro tipo de desafíos que no tienen porque ser necesariamente carreras. El modo Arcade existe por la necesidad de practicar con coches en carreras funcionales, compitiendo contra otros coches en trazados completos durante un número determinado de vueltas. De todos modos, la característica mas interesante de este modo Arcade resulta ser también un poco retrograda, ya que es la recuperación del modo de dos jugadores a pantalla partida. Tal vez esto sea la concesión mas práctica de que el título tiene una propuesta de contenido muy limitada, y la falta de contenido se contrarresta como ahora, incluyendo un mayor número de funcionalidades.


Como decía al principio, la aparición de otras sagas que suponen una competencia directa de esta franquicia ha provocado en su concepto una sacudida monumental. Que nadie se equivoque, GT Sport sigue siendo un Gran Turismo con todas sus idiosincrasias, pero hace algunas cosas de manera ilógica. Tal vez sea porque esta entrega huye del número detrás del título y por eso se cree con derecho a tomar ciertas decisiones, pero algunas nos parecen especialmente imprudentes. Sobre todas ellas, las que mas sangrante nos parece es la obligatoriedad de estar conectados para participar en cualquier modo que no sea el modo arcade. No podremos hacer prácticamente nada crucial para el juego si no tenemos la consola conectada a internet. Incluso, si queremos sacar unas simples fotos de nuestro bólido preferido también necesitaremos una conexión, cosa completamente ilógica sobre todo si nos paramos a pensar que nada tiene que ver una cosa con la otra y que, aunque tengamos conexión, si los servidores de Gran Turismo no funcionan, tampoco podremos jugar a todo el juego en condiciones.


Esto es una locura. Ciertamente Sony ya nos informó del asunto, pero eso no quita para que resulte incomprensible. Hay dos razones (especulativas) para justificar esta maniobra. Por un lado, la dependencia de GT Sport con respecto a Youtube, que es la fuente de sus video-tutoriales y que al parecer no están incluidos dentro del disco. Me parece bien que los tiempos de carga (considerables, por cierto) puedan amenizarse con estos videos, pero no veo porque razón no han podido incluirse en el propio disco. Por otro lado, la segunda razón podría deberse a la relación de la saga con la FIA que presumiblemente impone ciertas restricciones en el manejo de los datos de los jugadores. Todos los aspectos de la campaña para un jugador se miden, se registran y se aplican a tablas y la conexión en tiempo real, de alguna manera, asegura que no pueda ser corrompida por jugadores poco escrupulosos. Parece que han querido imponer (que no implantar) la idea de la deportividad y la legitimidad de las carreras para aumentar la reputación de su marca.
Superadas todas esas extrañas restricciones en línea, el modo campaña ofrece relativamente poco. Driving School repite la mayoría de pruebas de licencia que ya hemos visto en el pasado. Es un modo perfecto para comprobar la importancia que se le da en la saga a cada décima de segundo. Con pequeños cambios en nuestro estilo de conducción podremos sentir instantáneamente como el rendimiento del coche aumenta y ganamos claramente décimas de segundo. Si en pruebas de 500 metros podremos rascar tiempo, imaginaos lo que se puede conseguir ganar en un circuito como Nurburgring. La educación en esta saga siempre ha sido de importancia capital. Al margen de la escuela, hay mas modos, pero todos se basan en superar retos en circunstancias específicas y no en competir realmente dando importancia a nuestra progresión como pilotos. Puede estar bien para jugadores noveles, pero los que llevamos dos décadas en esta saga nos parece insuficiente y un poco insultante que el que se supone que es el modo principal de juego resulte ser tan limitado.


Mirando la oferta del juego con perspectiva, parece que GT Sport quiere ser reconocido y apreciado principalmente por su multijugador en línea. A través de este modo, podremos construir nuestro Rating de piloto, que es una medida básica de habilidad desarrollada a través del rendimiento en las carreras. Mas importante que esto es la calificación de deportividad, que mide la pureza de nuestra técnica, pero a su vez es la premisa donde las carreras online se consumen un poco. Antes de poder jugar en línea, debemos ver dos videos cortos sobre lo que significa ser respetuoso en el juego. No ataques a otros, no conviertas tu coche en un misil, no plantees barricadas para que el resto se estrelle contra ti y, básicamente, lo que intenta dejar claro es que “no seas imbécil”. ¿De verdad?


Por naturaleza, el mundo online suele ser un miserable infierno falto de escrúpulos. Las interacciones con extraños que no conocemos y ni siquiera vemos o sentimos son generalmente frías e impasibles. Socializar la ética de GT Sport hacia un mundo de positivismo cívico es una intención noble, pero los que hemos jugado alguna vez a algo competitivo en línea sabemos que eso es completamente inalcanzable. Los jugadores nos comportamos generalmente como idiotas porque la posible penalización (que muchas veces ni existe) no nos afecta como personas, y muchas veces tampoco en el juego. Si yo encaro la última recta en primera posición y un coche viene por detrás mío a mayor velocidad, voy a hacer lo posible por hacer una de las cosas que el juego te dice que no hagas: conducir zigzagueando. Al final, la decisión es fácil: ganar una carrera de manera antideportiva o perderla siendo todo un señor. Lo primero te reportará beneficios, lo segundo, dentro del juego no, y fuera del juego, solo autoestima. La impresión de que este problema se puede corregir de alguna manera es una demostración burlona de ingenuidad.

La medida del espíritu deportivo, sin embargo, es inconsistente. GT Sport convierte a los oponentes en invisibles si su comportamiento en carrera resulta atroz, lo que les niega su impacto en ti. Aun así, las colisiones menores son inevitables y Gran Turismo Sport tiene un juicio extraño respecto a determinar culpables y como, cuándo y dónde decide transparentar a alguien (o incluso a uno mismo). Es otro ejemplo en el que Gran Turismo Sport busca lograr algún tipo de compromiso entre la teoría y la realidad pero no puede lograrlo.
Cambiando de tema, junto a los First Person Shooters, probablemente el género de la conducción sea el mas prolífico a la hora de demostrar la potencia del hardware bajo el que funcionan. Gran Turismo no es diferente y probado en una PS4 normal y un televisor 4k y HDR de 65 pulgadas el juego se ve excelente. Creo que no supone la cima de PS4 y que todavía pueden perfeccionarse algunas cosas, pero a priori el título de conducción se ve de muerte. Sin embargo, seguimos echando de menos algunos efectos visuales que también afectarían a la jugabilidad, como los efectos climáticos cambiantes o un sistema de colisiones mas creíble. Entendemos que todo esto forma parte de los vagos planes de GT Sport pero… ¿gratis? ¿pagando? ¿microtransaccionado? No tengo claros sus planes posteriores al lanzamiento.

En lo que si ha mejorado, y bastante, es en la representación visual de la velocidad. En sagas como Forza Motorsport, la representación de la velocidad es mucho mas extrema gracias a trucos visuales de la cámara que dan una sensación de “inseguridad” que la mayoría de vistas de GT Sport no transmiten. Sin embargo, si optamos por cualquiera de las vistas interiores de GT (que cabecean con la suspensión del coche), la sensación de velocidad e inseguridad es como poco, similar a la de la saga citada. También es cierto que las revisiones de las físicas de los coches han incrementado esta sensación ya que se les nota mucho menos adheridos al suelo que en las entregas anteriores, que fueron acusadas precisamente de “railismo”.


Siempre he dicho que la saga GT es una saga para amantes de la conducción que deja un poco de lado la competición. Conducir no es lo mismo que competir y Yamauchi prefiere homenajear a los amantes de la conducción por encima de los que aman la competición. Gran Turismo ha volcado casi siempre sus satisfacciones en hacer un buen tiempo y unas trazadas perfectas que en ganar una carrera luchando por el primer puesto. En este sentido GT sigue siendo un juego bastante hermético, quedando muy por detrás de otros planteamientos mas orientados hacia eso, como en Forza. Por otro lado, no sé si ha sido la intención de Polyphony Digital, pero GT Sport parece ser una oportunidad para alejarse del modelo tradicional de juego. Hay muchos cambios de concepto y entiendo que la gente tendrá dificultades para aceptar algunas de sus propuestas. Muy pocas cosas permanecen en el grueso de GT Sport tal y como las conocemos y, en el mejor de los casos, parece ser un paso titubeante para el futuro de la saga. A algunos les gustará esa dependencia casi exclusiva de tener internet en casa y a otros no, pero espero al menos un mayor volumen de contenido antes de que el próximo Gran Turismo salga a la luz y, de paso, un precio por el disco acorde a ese contenido. No como ahora…

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